¡Tengo una idea!

Admitámoslo describir el proceso de cómo se nos ocurren las ideas no es tarea fácil. Debo reconocer que facilitar un grupo para que participe comprometido en la generación de ideas de manera compartida tampoco. Y voy más allá, formar a un grupo de facilitadores que internamente tendrán que diseñar y dinamizar sesiones para que un equipo genere ideas mucho menos.

Cultura microondas:

Queremos todo listo en unos minutos, como las palomitas en el microondas. Las ideas muchas veces surgen sin previo aviso, y en otras ocasiones tienes que buscarlas activamente como Pulgarcito dejando un rastro de migas de pan.

Más de lo mismo:

El cambio de época que estamos viviendo nos obliga a afrontar nuevos retos. Las personas en las organizaciones reciben esta situación con la ilusa esperanza de que las viejas soluciones arrojen algo de luz sobre el camino a seguir. Pero el camino es distinto y aferrarse al status quo, no escuchar ideas aparentemente peregrinas y extravagantes, es la revelación de que la diferencia nos avergüenza y nos señala como si se tratara de un grano bien visible en la mitad de nuestra nariz. Una mente avara es un obstáculo infranqueable para la creatividad y la innovación y acabará matando una idea antes de que haya desarrollado su propio impulso.

Las personas: Modelos mentales-valores-comportamientos:

Por todo ello se hace necesario revisar y cambiar las creencias y los paradigmas que están detrás de las acciones no efectivas y no alineadas con la innovación y la creatividad. Las creencias necesarias para orientarse hacia la innovación tienen que ver con: tener grabado en la piel que siempre hay una manera mejor de hacer (si no está roto, rómpelo de todas formas); asumir que otros pueden tener razón; aceptar que no conocer es signo de fuerza no de debilidad y que los errores son una oportunidad para aprender y desarrollarse. Nuestros comportamientos han de estar siempre alineados con valores que tienen que ver con la curiosidad, la búsqueda de excelencia, la franqueza y el coraje. Por lo tanto, ejemplos de comportamientos visibles serán: la experimentación y su aliento, el cuestionamiento de ideas, la colaboración y el traslado de información a todo el grupo y a la organización, y todas aquellas actuaciones que permiten que las personas expresen lo que piensan.

Los equipos y sus símbolos:

Además de revisar sus paradigmas, urge que los equipos o grupos que vayan a trabajar generando ideas de manera creativa rediseñen sus símbolos, esto es, las situaciones o decisiones con una carga simbólica especial alineada con la creatividad. Por ejemplo, sería habitual observar rituales asociados con el aprendizaje, la mejora y la colaboración. También encontraríamos que el equipo cuenta con apoyos claros de la dirección: inversión de tiempo, de recursos humanos, técnicos y económicos para desarrollar ideas embrionarias e innovadoras o la valoración de la experiencia de las personas experimentadas tanto como las de las noveles y unos y otros aprenden en colaboración.

Las organizaciones y sus sistemas:

Por su parte los mecanismos de gestión de la organización deben facilitar y estar a su vez alineados con la cultura innovadora y basada en la creatividad que se desea. La estructura tendría que estar diseñada para fomentar el empowerment. El sistema de RRHH debería premiar por ejemplo en la evaluación del desempeño la innovación y la generación de ideas. Además de estar orientadas a atraer y retener personas no convencionales con ideas originales y sin aversión al riesgo.

Las herramientas o técnicas Gamestorming:

En la imagen una técnica para analizar creativamente una situación. La herramienta es un martillo de oro, en buenas manos con ella puedes construir algo muy hermoso, diferente y sorprendente. También puedes utilizarla para hacer daño, criticar no constructivamente y destruir. Y claro también la puede acabar relegada en un cajón, infrautilizada y desaprovechada

Más info: 6 txapelas para pensar

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