Perro arriba, perro abajo y coaching individual
Fritz Perls habla del perro de arriba y del perro de abajo. La situación dicotómica sobre la que quiero conversar este viernes es la siguiente. Mi perro de arriba se alimenta de "deberías" y mi perro de abajo que hace un similar con sus "es que no puedo".
El perro de abajo yace con la espalda contra el suelo, inmovilizado por el perro de arriba que le tiene las patas delanteras clavadas sobre el pecho. El perro de arriba ordena: “¡Tienes que hacerlo!. ¡Debes hacerlo!. El perro de abajo gime, se lamenta con voz lastimera: “No puedo, estoy cansado, agotado, estoy enfermo…Mañana lo haré…”.
El perro de arriba: está lleno de virtudes, se muestra contundentemente ejemplar y autoritario, impone su razón de manera implacable y directa. Es un verdadero matón y funciona con "Tu deberías" y "Tu no deberías". Maneja con exigencias y amenazas de catástrofes tales como "Si no accedes, entonces no te querrán". El perro de abajo: maneja siendo defensivo, adulador, haciéndose el bebe llorón y el indefenso. No tiene fuerza. Trabaja así: "Para luego, más tarde", "Haré todo lo posible", "Lo he intentado miles de veces pero no es culpa mía si no funciona".
El perro de arriba: está lleno de virtudes, se muestra contundentemente ejemplar y autoritario, impone su razón de manera implacable y directa. Es un verdadero matón y funciona con "Tu deberías" y "Tu no deberías". Maneja con exigencias y amenazas de catástrofes tales como "Si no accedes, entonces no te querrán". El perro de abajo: maneja siendo defensivo, adulador, haciéndose el bebe llorón y el indefenso. No tiene fuerza. Trabaja así: "Para luego, más tarde", "Haré todo lo posible", "Lo he intentado miles de veces pero no es culpa mía si no funciona".
El perro de arriba y el perro de abajo luchan por el control. La persona se fragmenta en controlador y controlado. Se trata en resumidas cuentas de la existencia en nuestra dinámica personal de una parte que actúa como un opresor interno y otra parte como la oprimida. Y de una circularidad en la que gastamos gran parte de nuestras energías, daña nuestra estima y que concluye únicamente en el momento en que integramos las partes positivas de ambos estados, de ambos "perros".
En una sesión de coaching individual podemos proponer -cómo en la "técnica de silla vacia"- que el sujeto intercambie los roles hasta integrar ambas partes en conflicto. Consiste en facilitar que la persona mantenga un diálogo explícito, vivo, con ambas partes de su ser. Por ejemplo entre el "yo debería" y el "yo quiero", su lado femenimo con el masculino, su lado pasivo con el activo, el risueño y el serio, el perro de arriba con el perro de abajo, etc.
¡Guau!
Comentarios
Soy psicóloga de orientación gestáltica. Desde esta perspectiva la depresión es justamente vista como el producto de un conflicto entre esos dos segmentos (perros) de la personalidad que se han disgregado y polarizado. Desde nuestra perspectiva consideramos que estos dos componentes representan un conjunto de introyectos y creencias que han sido incorporadas por el paciente probablemente en la primera infancia y que por su naturaleza y por porvenir de personas que tienen una gran influencia sobre él, sus progenitores o quienes hicieron las veces de ellos (cuidadores primarios), han sido incorporadas a la personalidad sin ser cuestionadas en ningún momento.
El Perro de Arriba representa una serie de elementos que constituyen una severa conciencia proveniente del afuera que fue introyectada y ahora forma parte de la personalidad del paciente, estos elementos fueron introyectados bajo la presión de emociones como la culpa, la vergüenza y el miedo a ser duramente castigado o a ser abandonado afectivamente y tienen la función, como dices en tu entrada, de cuidar y vigilar que la persona haga y piense "lo correcto", "lo que debe", y de castigarle con severas autocríticas cuando comete un trasgresión a estas rígidas normas, es una especie de policía punitivo (¡Por cierto muy bueno el video de Homer!, muy ilustrativo del tema en cuestión).
Por su parte el perro de abajo encarna una serie de actitudes y creencias utilizadas para manipular a los demás y que hacen ver al paciente como un ser desamparado, inadecuado e incompetente necesitado de la compasión y la protección de los otros y que recibe permanentemente las agresiones del perro de arriba.
De forma inconsciente el paciente deprimido divide su personalidad en estos dos segmentos que manifiestan lo que la persona desea hacer y lo que cree que debe hacer, encarnan la victima manipuladora y el victimario punitivo. El paciente deprimido interrumpe el contacto con ciertos elementos o personas del campo o entorno, con algunos aspectos de si mismo o con algunas de las emociones que siente. La forma de interrumpir este contacto es a través de determinadas manipulaciones. Manipula a las personas del entono y a si mismo proyectando en los demás las polaridades del perro de arriba y el perro de abajo, la proyección no permite la sensación y expresión de las emociones que estas partes disgregadas de la personalidad le generan por lo que la gestalt nunca concluye y el conflicto permanece sin resolver.
Me alegra ver que esta concepción se integra perfectamente en las intervenciones "organizacionales" y que transcienden el espacio de lo clínico o tratamiento de las patologías, y que se utilizan dentro de espacios de normalidad psicológica.
Gracias por dejar tu huella en este espacio. Al leer tu comentario he sentido añoranza de mi etapa como psicóloga clínica, entonces diseñaba cada intervención de manera personalizada, echando mano de la técnica psicólogica más adecuada. Entonces, mi orientación y enfoque psicoterapéutico era humanista y ahora, en cada intervención "organizacional", como dices, se pueden observar dichos paradigmas y supuestos.
Salu2 y muchos éxitos compañera.
Un saludo y gracias por tus comentarios.
http://josep-julian.blogspot.com/2009/07/nunca-es-demasiado-tiempo.html
Al hilo de tu comentario sobre le dolor hay varias alternativas a valorar en función de lo que éstas puedan aportar al coachee. Señalo dos posibles caminos.
1. El que parte del supuesto de que es mucho más poderoso para los humanos el alejamiento del dolor que el acercamiento al placer. http://www.coachingparati.com/misarticulos/conclusiones%20curso%20de%20tony%20robbins.pdf
Robbins, propone que en el proceso de coaching el sujeto seleccione una creencia
que le está limitando, y le propone que la visualice con toda intensidad hacia el futuro como será su vida (este año, a 5 años, a 10 años) si sigue sin cambiarlo.
2. La otra opción, es la de la teoría aprecitiva, ya comentada y defendida por mi en otra entrada en este mismo foro.
Busquen, comparen y si encuentran algo mejor...
Espero que tengamos ocasión de que nos escribas sobre lo que llamas auto-coaching.
Un saludo.
En la formación de PNL Iñaki Olaskoaga lo trabajo con un ejercicio muy bonito integrando los dos aspectos uno en cada mano en un proceso de encuentro físico entre ambas acompañado con ideas "conciliadoras" y mucho "rapport"
Creo que desde constelaciones puede ser un tema asequible. Lo probaremos.
Un abrazo