Lo primero es lo primero

Si cogiéramos un frasco grande de cristal y un buen montón de piedras, ¿cuantas piedras piensas que caben en el recipiente? Si lo llenamos hasta arriba de piedras , ¿estará lleno el frasco? Parece que sí, pero hagamos algo más: ¿qué pasaría si metemos gravilla y agitamos el frasco?. Las piedrecillas penetrarán por los espacios que dejan las piedras grandes hasta llenar el frasco totalmente. Pero, ¿está lleno del todo? Demos un paso, más, probemos a echar arena en nuestro frasco. La arena se colará entre en los pequeños recovecos que dejan las piedras y la gravilla, volviendo a llenar el frasco. Nos volvemos a preguntar, ¿está lleno ahora?. ¡No! Si vertiéramos agua en el frasco hasta llenarlo, ésta se filtrará entre las piedras, la gravilla y la arena que habíamos introducido anteriormente. ¿Qué nos demuestra este experimento? ¿Que no importa lo ocupados que estemo...